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jueves, 26 de diciembre de 2013

Año nuevo... vida nueva.

Los fines y comienzos de año son siempre momentos mágicos en los que echamos la vista atrás para repasar lo que hicimos o dejamos de hacer y con ilusión miramos hacia el otro lado, a lo que estar por llegar, declarando nuestros sueños y retos.
Desde hace algunos años Plutón nos acompaña en estos momentos de reflexión e ilusión, ayudándonos a poner consciencia en lo que necesitamos transmutar para continuar representando nuestro papel en la tierra. Y esto tiene que ver con los cambios que irremediablemente hacemos para adaptarnos a las circunstancias que nos tocan vivir. Para muchos estos tiempos son traumáticos y difíciles, para algunos una oportunidad para crecer y un reto, pero indudablemente mueven a las personas y los sacan de sus lechos cómodos y calentitos.
Este cambio de año que nos toca es un momento crudo. Y dentro de su dureza y urgencia tenemos la posibilidad de rebelarnos y dejarnos soñar.
Hay que poner orden. Y digo "hay" porque parece imperativo arremangarnos y enfrentar lo que llevamos dejando de lado durante mucho tiempo.
Para ello, dejemos crecer nuestra fuerza interior para enfrentar lo que acontece. Soltemos el ímpetu socialmente escondido, no nos avergoncemos de lo que somos o podemos llegar a ser.
Me viene la imagen del superhombre de Nietzsche, cansado de mediocridad y triste regocijo en penurias y tristezas.
Enfrentemos los valores que nos acompañan y que nos atan a un comportamiento limitante. Rompamos ataduras generacionales y progresemos de la teta a la caza. Pongamos en marcha nuestros músculos para buscar nuestro lugar.
¿Y cuál es nuestro lugar? ¿hacia donde voy? ... dejémonos también soñar, danzar, acompañar, pedir. Pongámosle música a nuestra aventura, busquemos quién nos ayude, dancemos nuestro sueño.
Y compartámoslo, contagiemos a nuestros vecinos con el entusiasmo que nos mueve, expresemos el regocijo, la rabia y la pena, el disfrute y el miedo. Quizás compartiendo lo que escondemos abramos nuevas puertas.

lunes, 14 de octubre de 2013

UNA DIOSA, UN SIMBOLO, UNA VERDAD.

Luna Creciente desde Istán.
Espero no cansarme nunca de mirar al cielo. 
De observar sus luces. 
De emocionarme con la Luna.

Qué habrá más allá de la apariencia apacible del satélite.
Traspasando sus manchas, sus cráteres, su forma recortada...
Sus extraordinarias puestas en escena escalando el horizonte.
Qué me llama que antes palpitaba pero que no lograba discernir.
Qué me atrapa que busco su brillo en el cielo deslumbrado...
apagado por nuestro afán de mantener el día vivo.
Ni todas las lámparas del mundo lograrían empañar su presencia.

Hay leyenda, misterio, corazón y aventura.
Hay sueños, abuelas, océanos y suaves cabelleras.
Hay deseos, infancias e inquietudes.
Hay un reloj, una maestra y unos brazos que te acogen.
Hay paz, armonía y un gran espejo para el alma.

Y se acerca el Sol... y decide recogerse, oscurecerse, reposar.
y se aleja el Sol y se activa, y persigue de nuevo recuperar todo su esplendor.

La promesa de su grandeza, la euforia de la vida y la incoherencia.
Hormonas, sentidos y emociones esparcidas.
El hombre lobo, la cena con velas y la celebración de la vida...
en la noche.

 


lunes, 23 de septiembre de 2013

Simbología. El 6. Saturno y su gigantesco hexágono polar.

 

El simbolismo de un planeta materializado en su polo norte.  

Saturno, el 6º planeta de nuestro sistema solar, dibuja con sus corrientes de aire un gigantesco hexágono en su superficie. Ésta figura geométrica sobre la superficie del planeta gaseoso no fue vista hasta la década de los 80 por la sonda Voyager y posteriormente fue refotografiado en 2006 por la misión Cassini
 El misterioso hexágono de Saturno 
  
Saturno es el último planeta visible desde la Tierra. En la astrología tradicional es el astro que pone límites, que levanta estructuras y trae dificultades y restricciones.
 
En geometría sagrada:
 "El hexágono es el símbolo de la contención, de lo que atrapa. Contiene el mensaje de la tríada: estructura-función-orden como lo apunta el matemático M. Schneider."
 http://www.psicogeometria.com/geometriasagrada13.3c.html












Es curioso el mensaje que nos aportan los símbolos y observar los paralelismos o sincronías en la vida y el universo.
 
 

viernes, 20 de septiembre de 2013

Los colores que no vemos.

Qué maravilloso es el cielo, que nos regala imágenes tan espectaculares. 

El arcoiris es un fenómeno que no deja de sorprendernos. Todos corremos a observarlo y nos maravillamos de su grandiosidad, belleza y magia.
Nos da igual la física, las propiedades de la luz y la descomposición de esta en el espectro de color. Aquí dejamos de analizar para disfrutar, para observar mientras no existe nada más.


Y curiosamente los colores que forman el arcoiris siempre están ahí, detrás de las nubes, flotando en el aire, iluminando el mar.
Y siempre estamos acompañados de luz, ya sea la del Sol, la de las noches de Luna o las pequeñas estrellas lejanas.


¿Seremos capaces de seguir emocionándonos con el arcoiris? ¿Cómo podemos dejar sorprendernos por los eventos cotidianos al igual que hacemos con el arcoiris? ¿Dónde vemos la luz y los colores en nuestras vivencias?


Somos capaces de pararlo todo para contemplar un fenómeno de luz y de color... quedarnos con las sensaciones del momento presente y olvidar por un momento los argumentos mentales que nos atrapan. 



¡Busquemos el arcoiris todos los días!