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viernes, 14 de marzo de 2014

El horóscopo: la prostitución de la astrología.


 

Todos hemos revisado la columna de horóscopos en alguna revista o periódico, aunque fuéramos completamente escépticos sobre la materia en cuestión.
Hemos leído frases como “esta semana te espera el amor de tu vida” “escucha los consejos de los amigos” “aprende de los errores” … predicciones plásticas, gratuitas, consejos superficiales. Estoy seguro que cogiendo un libro de autoayuda y recortando algunas de sus frases podemos montar un “horóscopo” de este estilo en un plis plas.

La mayoría de las veces es lo único que ha caído en nuestras manos relacionado con la astrología. Es lógico pensar que la astrología es un falacia y que los que escriben sobre ella son charlatanes.





¿Qué significa Horóscopo?


Para meternos en materia la palabra Horóscopo viene del griego y significa “observar a una hora determinada” es decir, mirar el cielo teniendo en cuenta el instante en el que se hace. Existe una expresión: “levantar el horóscopo” que se refiere a la transcripción en papel del mapa del cielo en un instante en concreto. Lo cual es de vital importancia para el trabajo del astrólogo que estudia las posiciones de los astros. Antes utilizaban tablas, fórmulas trigonométricas y efemérides para dibujar este mapa del cielo y llevaba un tiempo considerable, ahora se utilizan programas informáticos con lo cual el trabajo del “levantamiento” se ha reducido cuantitativamente.



La astrología tiene muchas dimensiones y aplicaciones, de esta manera se puede levantar un horóscopo para un estudio natal (carta natal), para una pregunta concreta (astrología horaria), para observar el destino de un país (astrología mundana), etc. 


Son 10 los astros (elementos del sistema solar) que se tienen en cuenta en astrología, las 2 luminarias (Sol y Luna) y 8 planetas (incluyendo Plutón) aunque en la antigüedad solo se conocían 5 planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno). Los llamados planetas exteriores (Urano, Neptuno y Plutón) no se ven a simple vista en el cielo nocturno (no brillan como los demás) y debido a su tardío descubrimiento se incorporaron en la edad moderna a la astrología.

La mentira de los horóscopos.


El horóscopo predictivo que publican ciertos medios se basa solo en el signo solar. Cuando decimos que soy Tauro o Libra, me estoy refiriendo a la posición del Sol en ese lugar en el cielo en el momento de mi nacimiento. El Sol es muy significativo en la astrología pero no es el único elemento a tener en cuenta.

Cada signo zodiacal ocupa un arco (trocito de cielo) de 30º así que aunque yo sea Géminis (Sol en Géminis), mi Sol puede estar situado en cualquier punto de este trocito. Lo que trato de decir es que para una predicción no es lo mismo tener el Sol a 4º de Géminis que tenerlo a 20º.
 
El horóscopito de estos impostores falla no solo en su contenido si no en su planteamiento de base. 
El tan promocionado "horóscopo gratis" no es si no una mera simplificación del significado real y el hecho de que sea gratuito, diario y facilón es una demostración de su inutilidad como buen pronóstico.

Es muy frecuente ver también en algunos programas de videntes o tarotistas como se refieren al cliente por su signo solar, como si este dato fuera relevantísimo para lo que hacen. Es otra manera de utilizar la astrología de manera chabacana. 


El prestigio de la astrología.


La astrología ha sido un elemento de conexión con los ritmos del universo, es el origen de todas las ciencias aunque hoy por hoy la hayan dejado de considerar una ciencia porque no se ajusta a la lógica cientifista.

Es triste ver como la astrología ha sido relegada a un plano tan vulgar, atacada fieramente por los poseedores de la verdad y de la razón (los escépticos).

Su deterioro va a la par con el engrandecimiento del escepticismo racionalista, el ultraliberalismo y el materialismo de occidente. Podemos decir que el prestigio de la astrología es inversamente proporcional a la soberbia del hombre.

Los científicos piden la cabeza de los astrólogos por no poder demostrar científicamente algo que no es científico. La máxima a aplicar es: “si no lo puedo medir como yo quiero, es que no existe”.

Qué dirían ahora los grandes astrólogos de la historia de la humanidad, grandes humanistas, sabios, hombres de ciencia, matemáticos, médicos, físicos, filósofos, teólogos... Hermes Trimegistro, Imhotep III, Ptolomeo, Tales de Mileto, Pitágoras de Samos, Hipócrates, Hiparco de Nicea, Manilius, Doroteo de Sidon, Claudio Galeno, Dionisio el exiguo, Abu Mashar, Abraham Ben Ezra, Alfonso X el sabio, Roger Bacon, Johannes Müller, Nostradamus, Nicolas Copérnico, Paracelso, Ticho Brahe, Johannes Kepler, William Lilly, Morin de Villefranche, Isaac Newton...
Eran hombres curiosos, que rompieron fronteras, que no dudaron porque estudiaron.




3 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Enrique Bueno dijo...

Gracias a tí. Es un honor tenerte por aquí.
Un abrazo.

Enrique Bueno dijo...

Un artículo muy interesante y relacionado con el tema.
http://www.agenciasinc.es/Opinion/Horoscopos-poca-astrologia-mucha-autoayuda