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jueves, 1 de septiembre de 2016

La Astrología del Momento


Casi todo aquel que se sumerge en el mundo de la astrología lo hace a través de las natividades, es decir, del estudio de las cartas de nacimiento.
Ardua tarea, con cientos de recovecos, de hilos que unen retazos de la vida, momentos en los que se reflejan el destino de las estrellas. Tan compleja como la arquitectura de la vida misma, la astrología natal fascina y se adentra en el significado de la existencia, donde las cualidades zodiacales bailan alumbrando un elenco de actores sacados de las raíces del arquetipo humano. Abrumadora por las repercusiones que tiene y por la dificultad que oculta entre sus líneas de colores, vectores, números y signos...
No se debe de tomar a la ligera, escudriñar en la vida de las personas, ofreciendo una interpretación sesgada que puede afectar al consultante, que puede hacerle replantearse toda su existencia.


Tras algunos años estudiando la ciencia madre de los antiguos empiezas a descubrir otras implicaciones, otras modalidades, otros usos de los mapas del cielo.
John Frawley explica en su "La Verdadera Astrología" que el arte de las natividades es para un principiante en astrología lo que para un aficionado a la montaña supondría ascender al K2 en su primera expedición... una barbaridad.
Y así empezamos muchos astrólogos, sobrepasados por el peso de las cartas natales. Defiende también este autor, que la rama de la astrología más ligera, útil y usada en el renacimiento (última época esplendorosa de esta disciplina) era la astrología horaria.

Hace un tiempo que vengo estudiando este arte de interpretación inmediata. Entendiendo por inmediatez que la pregunta de un consultante y el mismo momento que el que llega al astrólogo es el instante exacto en el que el cielo da una respuesta a la duda planteada.

Como reloj universal, y también diría, divino, el cielo se presenta como reflejo de nuestro caminar por la vida y de las dudas que nos asaltan mientras caminamos, representando la situación del momento.

¿Donde está mi gato? ¿Me quiere o no me quiere? ¿Conseguiré este trabajo? ¿Recibiré la herencia? ¿Perderé dinero con este negocio? ¿Cuándo llegará el paquete? ¿Cuándo me casaré? ¿Me conviene comprar esta casa? ...

La carta natal es un reloj demasiado grande y complejo para valorar acontecimientos concretos que frecuentemente se pierden entre progresiones, revoluciones y tránsitos. Algunas veces están claros y bien reflejados, pero otras no son tan claras y responder a estas preguntas a través de la natal requiere un estudio largo y riguroso de la misma que el mismo consultante, la mayoría de las veces, no está dispuesto a pagar.

Así, la astrología horaria, puede, con bastante certeza, responder a estas cuestiones de manera más rápida. Aunque la investigación que comienza el astrólogo, tras recibir la pregunta no deja también de requerir de habilidad, tiempo y conocimiento.

Por ahí va mi camino ahora, por las manecillas del reloj, por los aspectos rápidos de la Luna, y dejando un poco de lado los pesos pesados de la astrología moderna: Urano, Neptuno y Plutón.

Si tienes alguna pregunta que te ronde la cabeza, si necesitas adelantar acontecimientos, si lo haces con honestidad y necesidad, medita tu pregunta y cuando la tengas lista, aquí tienes a un astrólogo para recogerla.