Qué maravilloso es el cielo, que nos regala imágenes tan espectaculares.
El arcoiris es un fenómeno que no deja de sorprendernos. Todos corremos
a observarlo y nos maravillamos de su grandiosidad, belleza y magia.
Nos da igual la física, las
propiedades de la luz y la descomposición de esta en el espectro de
color. Aquí dejamos de analizar para disfrutar, para observar mientras
no existe nada más.
Y curiosamente los colores que forman el
arcoiris siempre están ahí, detrás de las nubes, flotando en el aire,
iluminando el mar.
Y siempre estamos acompañados de luz, ya sea la del Sol, la de las noches de Luna o las pequeñas estrellas lejanas.
¿Seremos capaces de seguir emocionándonos con el arcoiris? ¿Cómo
podemos dejar sorprendernos por los eventos cotidianos al igual que
hacemos con el arcoiris? ¿Dónde vemos la luz y los colores en nuestras
vivencias?
Somos capaces de pararlo todo para contemplar un fenómeno
de luz y de color... quedarnos con las sensaciones del momento presente
y olvidar por un momento los argumentos mentales que nos atrapan.
¡Busquemos el arcoiris todos los días!
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