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sábado, 7 de marzo de 2015

Un Cachito de Cielo, el Amor y la Canción del Pirata.


Venus desde la Malagueta (dirección oeste)
   Hoy volviendo para casa al atardecer iba perfilándose una estrella cada vez más brillante, no podía ser otra que nuestro lucero maś luminoso, Venus, estrella de los enamorados, de lo bello y lo plancentero de la vida.
Saqué mi móvil para ver qué más andaba por el cielo esta noche y Marte estaba rondando por allí también, algo más abajo, apunto ya de traspasar la línea del horizonte. Pero no se veía, los rayos solares esparcían todavía una tenue claridad que ocultaba al planeta rojo, pocos minutos más tarde apareció un puntito rojo, de un brillo escaso (comparado con venus) y de mucho menor tamaño (debido a su lejanía). Qué espectáculo tan bonito, ver aparecer un planeta en el cielo para después verlo ponerse por el oeste.

Pero todavía había más, Urano se ocultaba entre los dos, y digo que se ocultaba, porque como no tengas una buena lente y sepas buscar bien en el cielo, pasará desapercibido.
Luego pensé, vaya tres!  y llevan por lo menos una semana alternando juntos delante del signo de Aries.

   Marte, guerrero, Urano, imprevisible y catalizador de rupturas y Venus... amoroso y tierno en un signo de fuego, egoista y espinoso. Unos días difíciles para el amor, con sorpresas desagradables, de mirarse el ombligo y no ver bien al otro, no tenerlo en cuenta. Acontecimientos repentinos que minarán nuestro amor propio y quizás también nuestro amor.

Júpiter desde la Malagueta (dirección este)

   Bueno, esto es lo que hay en el cielo, pero para que esto se active debe de existir algún punto de contacto con tu mapa astral.
Menos mal que al otro lado nos encontramos a Júpiter, de camino al techo de nuestra cúpula estelar.





   Me recuerda a la Canción del Pirata de Espronceda... Venus a un lado, al otro Júpiter y allá a su frente... el conflicto.
Curiosamente el estribillo de esta popular poesía hace alusión a Dios y la ley (Júpiter), la libertad, el viento (Urano), la fuerza (Marte) y el tesoro (Venus). Solo falta la Luna para tener todo el cuadro.


   Pero es que resulta que la Luna se sitúa en oposición a esta reunión ariana.

   Viajes, aventuras, romanticismo, el océano, batallas... Venus, Urano, Júpiter, Marte... la Luna




Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
Y allá a su frente Estambul:

-Navega, velero mío,
  sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.