La astrología como conocimiento sagrado es una puerta de entrada hacia el interior del ser humano. El cielo del nacimiento es como un mapa, una hoja de ruta por la que podemos explorar al nacido. ¿Está el destino escrito en el firmamento? Al nacer nos determina un cuerpo, un territorio, las personas que lo rodean y las circunstancias. El coaching desmonta las piezas de esta estructura y nos permite abrir un espacio para diseñar una nueva realidad.
El
simbolismo de un planeta materializado en su polo norte.
Saturno, el 6º
planeta de nuestro sistema solar, dibuja con sus corrientes de aire un gigantesco hexágono en su
superficie. Ésta figura geométrica sobre la superficie del planeta gaseoso no fue vista hasta la década de los 80 por la sonda Voyager y
posteriormente fue refotografiado en 2006 por la misión Cassini.
Saturno es el último planeta visible desde la Tierra. En la astrología tradicional es el astro que pone límites, que levanta estructuras y trae dificultades y restricciones.
En geometría sagrada:
"El hexágono es el símbolo de la contención, de lo
que atrapa. Contiene el mensaje de la tríada: estructura-función-orden
como lo apunta el matemático M. Schneider."
Qué maravilloso es el cielo, que nos regala imágenes tan espectaculares.
El arcoiris es un fenómeno que no deja de sorprendernos. Todos corremos
a observarlo y nos maravillamos de su grandiosidad, belleza y magia. Nos da igual la física, las
propiedades de la luz y la descomposición de esta en el espectro de
color. Aquí dejamos de analizar para disfrutar, para observar mientras
no existe nada más. Y curiosamente los colores que forman el
arcoiris siempre están ahí, detrás de las nubes, flotando en el aire,
iluminando el mar. Y siempre estamos acompañados de luz, ya sea la del Sol, la de las noches de Luna o las pequeñas estrellas lejanas.
¿Seremos capaces de seguir emocionándonos con el arcoiris? ¿Cómo
podemos dejar sorprendernos por los eventos cotidianos al igual que
hacemos con el arcoiris? ¿Dónde vemos la luz y los colores en nuestras
vivencias? Somos capaces de pararlo todo para contemplar un fenómeno
de luz y de color... quedarnos con las sensaciones del momento presente
y olvidar por un momento los argumentos mentales que nos atrapan.